domingo, 16 de junio de 2013

La joven bordadora y sus siete hermanos

Si esperas y escuchas, la oirás, oirás las canción de la joven bordadora y sus siete hermanos estrellas. Aquella joven cheyenne era muy conocida por sus bordados, decían que basaba su trabajo en sueños que había tenido. Convertía en bordado todo lo que soñaba.Su último sueño la había llevado a confeccionar siete camisas de guerra, llamando la atención de su madre que con desconcierto le preguntó para quienes eran esas camisas. Muy lejos en un sitio muy alejado de aquí, viven siete hermanos, algún día el mundo entero los admirara. Soy hija única, deseo hallarlos y convertirlos en mis hermanos, le respondió la joven cheyenne a su madre.Los sueños son sagrados bordadora, instructivos. ¿Sabes como llegar a esos hermanos?, exclamó su madre. Me parece que si, en mi sueño he visto que viven donde el río hace una curva y las montañas se ocultan tras los pinares. Viven en una choza bastante grande, pintada con siete garras de oso. Tienes que ir a buscarlos. Yo te acompañaré, susurró su madre. En mi sueño voy sola, respondió la joven bordadora.Viajó durante varios días, hasta que finalmente encontró una choza pintada con siete garras de oso. Como en su sueño. ¿Quien cuida este campamento? soy la joven que busca hermanos, imprecó al aire. ¿Quien eres tu? contesto un pequeño cheyenne. Soy la joven bordadora que busca hermanos. ¿tu tienes hermanos? ¿seis?. Están de caza, respondió el pequeño. He traído regalos susurró la bordadora. Deseo que seas mi hermano.Su madre tenía razón, los sueños, nos enseñan el camino a seguir. La joven regaló a los muchachos cheyenne, siete camisas de guerra, de las que un hombre se siente orgulloso. Nunca habían visto semejantes bordados, ni siquiera de manos de las mujeres más ancianas. La joven bordadora, se convirtió en hermana de los siete jóvenes y vivieron felices.Sabe curar la carne, prepara bien la grasa de hígado y la ropa que borda... ¿de dónde ha salido? se preguntaban los hermanos entre ellos. Yo la mande a llamar, susurró el más pequeño de los siete. ¿Tú? ¿con tu don de no tocar? No te dijo una vez una anciana, que no usaras tu extraño don. exclamó el mayor de los hermanos. Quería una hermana, respondió el pequeño.Sí, ¿pero tenía que ser tan hermosa?, una hermana debe ser gorda y fea, saber cocinar y bordar exclamaron los demás hermanos.Un día un búfalo se presentó ante la choza de los hermanos y exclamó. La nación búfalo me ha enviado. ¿donde esta la mujer hermosa?. Es mi hermana, vaciló el pequeño de los hermanos.La queremos. Vete ahora mismo exclamó el pequeño. Volveremos, queremos a la joven bordadora para nosotros, deseamos que se despose con nuestra nación. Me temo que les he traído problemas, debería irme, manifestó la joven bordadora a sus hermanos. Eres nuestra hermana, cuidaremos de ti.Al corto tiempo, la nación de búfalos se presentó. Cientos de miles de ellos cercaron la choza donde habitaban los hermanos y la joven bordadora.Nosotros te cazamos, ahora eres tú quien nos quiere dar caza, exclamó el mayor de los siete hermanos. Estoy enamorado, no se dan cuenta, correspondió el jefe de la nación búfalo.Bufalos, ustedes son nuestros hermanos, les daremos todo lo que tenemos, pero no se llevarán a nuestra hermana. Muy bien, si no podemos tenerla los aplastaremos a todos, respondieron los búfalos. Tras un feroz aullido de guerra de la nación búfalo, los hermanos y la joven bordadora, corrieron a los árboles. El más pequeño de los siete, flechó a uno en especial en el centro de su tronco, mientras sus hermanos y la joven trepaban sobre éste, el mismo creció de enorme manera alzando su cumbre hasta alcanzar los cielos y atravesando un mar de nubes. Durante incontables horas, la nación de los búfalos impacto sobre las enormes raíces del árbol. Mientras los hermanos y la joven permanecían a resguardo sobre una de sus enormes ramas. Con cada flechazo que daba el pequeño al árbol, éste crecía aún más y más. Tras incansables impactos de los búfalos en sus raíces, el árbol no resistió más y comenzó lentamente a inclinarse, obligando a la joven bordadora y sus siete hermanos a saltar al vacío insondable de los cielos.yaciendo sobre un mar de nubes, la joven bordadora exclamó ¿Que nos ha pasado hermanos?Lo que nos estaba predestinado correspondió el pequeño. Lo que nos estaba predestinado, lanzando ocho flechas a los cielos. Si. Era lo que había soñado, susurro la joven bordadora.La mujer estrella es la que más brilla, cubre el cielo con su bordado. Los hombres blancos, la llaman “La osa mayor”, los cheyenne “La joven bordadora y sus siete hermanos”.Las cosas cambian aquí abajo, pero la joven bordadora, está siempre allí. El cielo, las montañas, los ríos. Eso es poder. En la actualidad, los cheyenne del norte viven al sureste de Montana, en una reserva propia. Los cheyenne del sur, junto con los arapaho del sur, viven en el centro de Oklahoma. Su población total combinada es de unas 20.000 personas. Esta generación, pronto habrá desaparecido. Viviremos sin ellos, pero debemos recordar que un pueblo sin historia, es como el viento que sopla sobre las praderas. ¿Quien conservará nuestros sueños?...
"El guardián de los sueños" de Steve Barron.-