TERMINAL 1
"Cómo ser freelance y no morir en el aeropuerto".
TERMINAL 1
Capítulo 1
Llevo unas tres horas deambulando con destino ningún lugar, espero un vuelo que me lleve de aquí, un vuelo que aún está lejos. Todavía me quedan tres días y 12 horas de espera en la terminal 1 del aeropuerto de Nueva Delhi.
Cuando uno espera, el tiempo parece detenerse, como si todo sucediera más lento y pesado. Ahora camino por los alrededores del aeropuerto, busco un sitio donde pueda tirarme a descansar y pasar la primer noche.
Cuatro meses atrás, comenzaba mi segunda expedición en solitario por India como fotógrafo freelance, con un presupuesto más que limitado y sin importar las consecuencias de ello, decidí dar un paso en el vacío, ligero de equipaje y con mi cámara al hombro me deje llevar por la intuición.
Cuatro días antes de finalizar el viaje y por diferentes situaciones inoportunas, me quede casi sin dinero, exactamente con 280 rupias, algo así como 4 euros, deje mi hostal y me dirigí al aeropuerto indira gandhi de Nueva Delhi.
Al no poder ingresar a la zona de embarque, me encuentro en una especie de limbo aeroportuario, donde la comida es cara, casi nadie habla inglés y hay mucha policía.
Lo que más me sorprende es que aún no he perdido mi buen humor, como si me resistiera a tomar conciencia de la situación, he hecho algunos cálculos y puedo gastar 55 rupias al día, eso equivale a dos somozas al día y beber agua en los baños.
Comienzo a caminar hacia la salida del aeropuerto, he podido visualizar algunos arbustos a unos 2 km. Realmente aún no tengo claro dónde podré pasar la noche. Creo que esperare a que baje el sol y volveré a la zona de arbustos.
No se exactamente que hora es, buscando los baño, encontré una zona apartada donde creo que podré descansar un ratito hasta que baje el sol.
Mi cerebro no se detiene, no deja de sugerirme ideas. Necesito descansar.
Son las 16 hs me dijo entre señas un empleado del aeropuerto, me encuentro en un corredor que comunica un ala del aeropuerto, circula gente de todo tipo todo el tiempo, no se detienen, pero miran. Nunca he visto gente más curiosa que en este país.
Algo muy bueno para destacar, es que donde me encuentro ahora hay aire acondicionado, ahora Nueva Delhi esta afuera y parece darme una tregua.
Mucha gente me pregunta si soy israelí, solo porque tengo barba y el pelo rizado. Que risa...
Un paramilitar, se me acerca y con su mejor cara, me dice que no puedo permanecer aquí, le explique la situación, me miró y me dijo, vete a la calle. Casi no hablaba inglés.
En busca de otro sitio donde descansar, encuentro la zona de rest-room o sala de descanso, presionando y usando mis encantos con una paramilitar de aspecto coreana, logre que me dejara ingresar, no se cuanto tiempo dure aquí, supongo que poco.
Tras un rato he decidido irme, ya que no puedo dormir aquí y no tardarán mucho en quitarme.
He bajado a la zona de arrivos, otra vez fuera. Dormir aquí, parece más difícil de lo que pensaba.
Llevo dando vueltas unas 6 horas desde que salí del hostal, me siento algo cansado, el calor aquí fuera es sofocante y me queda poca agua, debería ir a recargar en los baños.
Tras haber recargado 2 litros de agua, me dirijo a la cantina del aeropuerto, allí es donde comen los empleados y todo es más barato.
A ellos les hacen descuentos, le he pedido a uno si me hace el favor de comprar por mi 2 somozas y un chai, de esta manera me sale mas barato.
El hombre que me hizo el favor, era Nepalí, de Kathmandu, resultó ser un reportero del Kathmandu post, en una corta pero intensa charla que tuvimos sobre india, Nepal y los países que ambos habíamos visitado, me pregunto que hacia allí y le explique mi situación. El, amablemente se ofreció a pagarme una noche de un hostal, pero no accedí, prefiero no alejarme del aeropuerto.
Ahora ya tengo provisiones mínimas de comida y agua, son las 19 hs y esta cayendo el sol, todo parece estar predispuesto para emprender mi camino a un lugar seguro, donde pasar la primera noche.
Aproximadamente 1 hora mas tarde, he tenido que regresar al aeropuerto, tras haber estado
recostado en un pequeño parque detrás de unos arbustos, el calor estaba muy pesado y había arañas. Ha comenzado a llover un poco, espero que baje la temperatura y no dure mucho la lluvia, sino no podré moverme de aquí por un rato.
Son alrededor de las 3 am, estuve nuevamente en la zona de arbustos intentando dormir, estaba plagado de mosquitos, descubrí que tenía repelente y eso me ayudo, al menos para dormitar un rato.
Tras largo rato unos 6 buses se detuvieron muy cerca del sitio donde estaba durmiendo, me desperté y los mosquitos volvieron a atacarme, me cambie 3 veces de sitio buscando donde descansar nuevamente, creo haber dormido 1 hora o 2 hasta que finalmente me despertó la claridad del día número 2.
Retorne a la terminal 1 del aeropuerto y me dispuse a tomar un chai.
Capítulo II
Amanece despejado en Delhi, parece será un buen día. Ahora estoy en un ala que comunica la zona de parking, logre dormir aquí una hora más, me despertaron dos hombres del ejercito con AK-47.
Por suerte, han tenido muy buena predisposición en ayudarme, les explique mi situación y comprendieron, me dijeron que donde estaba durmiendo no esta permitido, pero que puedo intentar dormitar un rato en la zona de “arrivos”.
Son las 7am, ya no tengo tanto sueño, iré por un chai.
Lo que parecía un día despejado, ahora es todo gris con probabilidades de lluvia, en la cantina, ya me miran raro, como preguntándose que mierda hago ahí yendo dos días consecutivos. He bebido un chai y comprado unas galletas. Son las 8:40 am, me dijo una chica hindú.
Es extraño, sigo estando con buen humor, creo que ya me voy haciendo a la idea de lo que me queda por pasar aquí.
Los hombres de ejército han regresado, luego de un extenso cuestionario, se sorprenden de como estoy sobreviviendo con la comida, me han pedido que no vuelva a salir de aeropuerto por una cuestión de seguridad, al parecer podré dormir en la zona de “arrivos”. Han verificado mi documentación y ticket electrónico, todo esta ok, al parecer no soy ningún terrorista.
Los policías secretas, son iguales en todos lados, con sus zapatillas deportivas, ya los tengo muy vistos, son muy predecibles.
Son casi las 17 hs, estuvieron interrogandome casi 5 horas, paramilitares, servicio secreto de inteligencia y otras rarezas. Algo muy cómico fue que un agente de inteligencia hindú, me pidió el boarding pass y confundió mi línea aérea british airways con mi país de procedencia, han corroborado todos mis datos y tras largas horas llegaron a la conclusión de que no soy ningún terrorista o fundamentalista Argentino.
Entre todos, ninguno superaba los 26 años de edad, ninguno había utilizado nunca su fusil y todos deseaban dejar su trabajo y buscar nuevos horizontes en otros países.
Debo destacar que me han invitado el almuerzo y una bebida, un gesto muy lindo que nunca olvidaré. Sobre todo cuando hablamos de personas que arriesgan su vida por un país que les retribuye económicamente con 200 euros al mes.
Me he hecho muy colega de Deepak, un agente paramilitar hindú, el tiene 23 años, pero luce de 30, el es la excepción entre todos los demás ineptos, es el único que habla inglés y confió en mí desde el principio. Creo que en esta historia el esta siendo el verdadero protagonista, solo tengo palabras de agradecimiento con la decena de detalles que ha tenido para conmigo desde el principio.
Son casi las 21 hs y el día 2, comienza a dar sus últimas patadas, me han dicho que al final no puedo dormir en la zona de “arrivos”, sólo puedo estar sentado serpenteando el sueño. Ayer solo he dormido unas pocas horas y al parecer tendré una noche larga esquivando el sueño.
Los agentes secretas y paramilitares, van rotando los turnos y al parecer no tienen comunicación entre ellos, por lo cual a cada rato, mientras escribo, me interrumpe alguno y me pide toda la documentación nuevamente y la historia se vuelve recursiva, una y otra vez, pareciera ser que todos quieren ser héroes y tener sus 15 min de fama conmigo.
El aeropuerto tampoco descansa, gente de distintos sitios va y viene al compás de las bocinas de los taxis.
El ruido pareciera ser un lenguaje cotidiano y parte de esta cultura, todos quieren un lugar en esta historia, los empleados de limpieza, con sueldos de 120 euros al mes y turnos interminables de 12 horas. Muchos me buscan la mirada cuando levanto mi cabeza del papel, a través del dialecto de las sonrisas, se acercan a mi sitio de turno y me invitan a una charla.
Deepak me dijo hoy, antes de terminar su turno, que me he convertido en la novedad del aeropuerto.
Hay tantas historias aquí dentro, que mi estancia aquí se esta volviendo muy inspiradora, quisiera poder quedarme más tiempo en este limbo temporal e irremediable.
Acabo de comer un thali en la cantina, al fin comida de verdad luego de dos días comiendo somosa. Ahora el cansancio comienza a tener papel protagónico en esta historia. Me caigo de sueño, no se que es peor, si no poder dormir o que venga otro secreta, me despierte y tenga que explicarle la milonga de nuevo.
Lo peor sin lugar a duda, ha sido que me despertó otro secreta que ya me había parado y pedido documentación ayer y no tenga nada mejor que hacer que corroborar nuevamente mis datos. Luego me invito un chai.
Necesito dormir mucho, una ducha caliente y una cama grande. Me pesa el cuerpo y me arden los ojos, son la 1 am. Comienza el día 3.
Pasadas las 2 am, he conseguido dormir en la sala de visitantes de “Partidas”. Pude dormir aproximadamente unas 5 horas, a pesar del frío del suelo y el aire acondicionado. Ahora volví a la cantina, he comido una somosa y bebido un chai.
El día 3, se presenta nublado y con vestigios de haber llovido en la noche. Los cuervos son residentes en la cantina y se disputan a diario por las sobras de comida sobre las mesas y el suelo.
Las cintas transportadoras que conectan el ala del parking parecen ser un artefacto místico y peligroso para muchos Pakistanis, Afganos e Hindúes de campo, que al parecer nunca habían visto algo así en su vida. Muchos de ellos, se sacan fotos con sus teléfonos móviles mientras transitan en ellas. Otros, prefieren evitarlas.
Ya son las 10 am, me comunica un empleado de limpieza, queda todo el día por delante. Llevo largo rato observando y riéndome a discreción de las múltiples caídas de la gente en la cinta transportadora.
Muchos paramilitares, ya me conocen y me preguntan como estoy a cada rato. No se que hora es, estoy cansado y con un poco de ansiedad de que el tiempo pase un poco más rápido.
Deepak, en una de nuestras charlas me preguntaba, ¿ qué pasaría, si esta misma situación le hubiese sucedido a un Hindú en Buenos Aires o Barcelona?, ¿que buena pregunta no? Tras largo rato pensando mi respuesta fue, no lo se. Creo que hay gente buena y egoísta indiscriminadamente del país de residencia.
En mi caso, la cantidad de buenos gestos que he recibido, ha sido lo que me ha mantenido de buen humor y me ha inspirado a escribir esta crónica.
Ojala este relato sirva para generar conciencia en mucha gente y que nunca se prejuzgue a nadie sin antes conocerlo. Puede uno sorprenderse demasiado.
Son las 2am, llevo largo rato charlando con deepak, su turno termina a las 7:30 am y mi vuelo será en la noche, estoy aprovechando las charlas con él y su compañero, ellos han sido los mejores conmigo. Estoy cansado, tengo mucho sueño, pero prefiero aprovechar estas últimas horas para compartirlas con ellos y hacerles el aguante hasta que terminen su turno.
Posiblemente, no nos volvamos a ver nuevamente hasta el próximo año cuando retorne a India, aun no lo se. Les he prometido enviarles de Barcelona unas cuantas botellas de vino y cosas ricas.
Son las 7 am, el día D, es hoy. Luego de 3 noches largas en el aeropuerto, al fin esta noche tomaré el avión. Deepak y su compañero acaban de terminar su turno hace unos minutos, les he prometido avisarles cuando llegue a Barcelona. Conocer a estas personas sin duda ha sido lo mejor de mi estadía en la terminal 1 del aeropuerto de Nueva Delhi.
Ha amanecido un día despejado, con un sol radiante. Esta noche retorno al pasado, un pasado que deje con ganas hace 4 meses. No hecho de menos Barcelona, pero si que esta bien ver a viejos amigos.
Viajar y tomar fotografías, son las dos cosas que alimentan mi vida, espero moverme pronto en busca de nuevas aventuras. Vida nomade.
Capítulo III ( regreso a casa)
Uno de los chicos de limpieza me comenta que se casará con su novia, el próximo año. El me ha invitado a su boda en el mes de junio de 2013.
Son alrededor de las 9:30 am, hoy lave mi cabeza con jabón, luego de 4 días sin bañarme. Mis bermudas ya caminan solas. Tengo sueño.
Afuera hace mucho calor. Son las 11 am, exactamente en 12 horas podré hacer el check - in y esta historia llegará a su fin. Hace un rato, fui a la cantina me tomé un refresco, no podía más del calor.
El reloj de la zona de partidas marca las 13:40 hs en la terminal 1 del aeropuerto de Nueva Delhi.
Me tomo un café, sentado en un banco en la zona de arrivos, mientras observo a las personas ir y venir con sus vidas empaquetadas en pequeñas y grandes valijas. Una vez escuche por ahí decir que todo lo que se dice de India, es cierto, sea bueno o malo.
Un país con 1200.000.000 de personas, tal vez todo sea posible. Aquí, la vida ocurre.
No se porque realmente me atrae tanto este país, creo que no es un buen sitio para vivir, sobre todo por la contaminación. Pero a la vez pienso que todo el mundo, debería venir y contemplar esto al menos una ves en su vida.
Aquí he podido encontrar conciencia en cada rincón. La sabiduría y elevación espiritual está directamente relacionada con la profundidad en el abismo de la conciencia. He conocido muchos personajes a los largo de mis viajes, que a mi humilde entender, no han sabido interpretar correctamente estos conceptos y se han perdido en los laberintos de las religiones.
El ser humano, necesita creer que hay un ser superior, no es consciente del poder que nos otorga la mente en sincronía con el cuerpo y el alma. A veces el mundo puede ser mágico o tal vez mejor. El mundo es mágico y a veces podemos ver y sentir esa magia.
El tiempo nos hace conscientes de nuestra impermanencia irremediable, nos presiona y regula nuestras vidas.
Una vez leí, que según buda, en relación con el tiempo, para un bebe pequeño, 1 minuto en su vida, puede ser interminable-mente largo, sin embargo para un anciano, 1 minuto quizás no significa nada. Es extraño no?
Como si cuando uno es pequeño, el tiempo nos diera una tregua o en realidad, nosotros nos damos esa tregua a través de la inconsciencia. Le quitamos poder al tiempo. Tiempo para que? tiempo para no morir?. El cuerpo se aferra a la vida siempre, es natural.
La mente sin embargo proyecta los planos de realidad por medio del pensamiento, a través de canales energéticos, nuestras proyecciones suben al universo como el gas, luego ese gas se solidifica y desciende por su peso a la tierra nuevamente y nuestros sueños o proyecciones, se vuelven realidad y se materializan.
Me comenta un chico de limpieza que hace un momento detuvieron a 2 personas dentro de un avión que iba a afganistán. Estas personas eran de procedencia Afgana, vivían en Delhi y trabajaban como barberos.
Cuando los detuvieron uno de ellos se tragó el chip de su teléfono móvil. Ahora están detenidos
Por suerte ya pude acceder a la zona de rest-room y estoy muy cómodo, aquí podré dormir un rato y recargar energías, ya no puedo ni pensar bien del sueño que tengo, he dormido sólo dos horas y fuera hace más de 30 grados.
Al final me quede dormido, dormí más de 6 horas, ya estoy física y mentalmente listo para continuar. Dentro de 5 horas podré hacer el check- in.
El aire acondicionado aquí esta muy fuerte, no hay términos medios o mucho calor o mucho frio.
He conocido un hombre de Himachal Pradesh. El viaja en cruceros por el mundo, es camarero. Me comento que en diciembre irá a Argentina.
Son las 20:30 hs, espero poder acceder a la zona de embarques en unas horas. El tiempo sucede lentamente, pensar en los jack daniels que me voy a tomar en el vuelo me roba una sonrisa.
Son las 22:50 hs, en 10 min esto se transformará en una gran historia que nunca olvidaré.
Me fúi, ahora vuelo.
Fin.
